Senator Cornyn

WASHINGTON– El senador estadounidense John Cornyn (R-TX) publicó el siguiente video que destaca el mayor peligro de violencia doméstica durante la orden de confinamiento, además de suOpinion Editorialconjunta con la CEO del Consejo de Violencia Familiar de Texas Gloria Terry publicado en el Austin American-Statesman. Puede ver el vídeoaquí.

Tras las puertas cerradas: El impacto del coronavirus en la violencia doméstica
senador John Cornyn y Gloria Terry
Austin American-Statesman
11 de mayo de 2020

Los tejanos están pasando más tiempo en casa que nunca. Para algunos, ese es un inconveniente importante, ya que no pueden ir al trabajo, recibir atención médica de rutina o celebrar fechas importantes con amigos y familiares. Pero para aquellos que viven en situaciones abusivas, las condiciones han empeorado.

COVID-19 ha creado una serie de nuevos factores estresantes – inestabilidad económica, aislamiento, ansiedad de salud, enseñar a los niños desde casa – que ponen a prueba incluso las relaciones más saludables. En una ya malsana, el impacto puede ser devastador. En Austin, a pesar de una disminución en los arrestos totales este marzo, los arrestos por violencia doméstica subieron un 17 por ciento en comparación con marzo del 2019.

Bajo circunstancias normales, estas dinámicas complejas requieren un gran apoyo de la familia, los amigos y las organizaciones dedicadas a ayudar a las familias en hogares inseguros. Nuestro entorno actual tiene poca apariencia de ser ‘normal’ y ha hecho mucho más difícil para las víctimas escapar de relaciones abusivas.

La Ley CARES, que se promulgó a fines de marzo, incluía $45 millones de dólares para programas que proporcionan servicios vitales, como viviendas de emergencia para sobrevivientes de violencia doméstica y sus hijos. También proporcionó $2 millones para la Línea Nacional de Violencia Doméstica con sede en Austin para que pueda continuar proporcionando apoyo crítico y recursos para las víctimas a medida que crecen las necesidades. Este fue un comienzo importante, pero hay que hacer más.

La violencia doméstica rasga el tejido mismo de nuestra sociedad. Se trata de una cuestión mortal de salud pública, y debemos redoblar nuestros esfuerzos para poner esas realidades en primer plano de las conversaciones.

Recientemente organizamos una mesa redonda virtual con más de una docena de organizaciones de todo Texas que proporcionan servicios que salvan vidas para sobrevivientes de violencia doméstica y asalto sexual. Una de las necesidades más críticas que analizamos es la vivienda segura. Antes de COVID-19, las necesidades de refugio de emergencia en Texas estaban en un nivel máximo en todos los tiempos, causando una tasa de rechazo del 48 % debido a los límites de capacidad. Ahora, los refugios se han visto obligados a disminuir aún más la capacidad de apoyar el distanciamiento social, creando una presión aún mayor.

La vivienda estable y asequible está estrechamente vinculada a la seguridad. El Consejo de Violencia Familiar de Texas encontró que la incapacidad de garantizar la vivienda cuando la persona huye, puede agravar los riesgos de seguridad. En 2018, casi la mitad de las mujeres asesinadas en Texas por sus parejas íntimas estaban en proceso de separación o habían intentado separarse antes. Si bien algunos sobrevivientes tenían recursos para acceder a su propia vivienda, las tasas de incidencia indican que la mayoría de los sobrevivientes – principalmente mujeres y niños – necesitan apoyo.

En un momento en el que se requieren enfoques flexibles e innovadores para afrontar estos nuevos retos, la burocracia impide que las organizaciones respondan con toda su capacidad. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) proporciona fondos vitales para organizaciones que apoyan a las víctimas que necesitan vivienda segura. Pero los parámetros rígidos y las prioridades en competencia producen obstáculos para que las agencias accedan a estos fondos y los utilicen.

Para proporcionar alivio financiero a corto plazo, el Gobernador Greg Abbott renunció al requisito de ajuste federal para los fondos proporcionados a través del Departamento de Justicia para las organizaciones que ayudan a los sobrevivientes. Este fue un paso muy necesario, y estamos orgullosos de que Texas estuvo a la vanguardia proporcionando flexibilidad, eficiencia y apoyo a las organizaciones en las líneas del frente de esta crisis.

Una de las formas más críticas de fortalecer la asistencia a corto y largo plazo para las sobrevivientes es autorizando nuevamente la Ley de Violencia contra las Mujeres (VAWA). Por más de 25 años, VAWA ha apoyado a sobrevivientes de violencia doméstica y agresión sexual a través de una variedad de programas y recursos. También refuerza la respuesta de la justicia penal proporcionando protecciones legales para los sobrevivientes y capacitación para la aplicación de la ley.

Debemos estar muy atentos al impacto de COVID-19 en nuestra sociedad en todos los frentes – particularmente aquellos que prosperan a puertas cerradas – y hacer más para abordar esta epidemia en futuros proyectos de ley de ayuda en el Congreso.

Estamos seguros de que derrotaremos el COVID-19 – es parte de nuestro temple tejano el prevalecer y levantarnos con fuerza. La misma confianza, compromiso y determinación deben reflejarse en nuestra lucha para poner fin a la violencia doméstica.