Washington—El senador estadounidense John Cornyn (R-TX) es autor del siguiente artículo de opinión enThe Odessa Americansobre cómo podemos salvaguardar los empleos de los trabajadores del sector energético a través de la pandemia y más allá:
No necesitamos mandatos para reducir las emisiones, necesitamos soluciones
El Senador John Cornyn
Odessa American
23 de septiembre de 2020
https://www.oaoa.com/editorial/columns/guest_columns/guest-view-we-don-t-need-mandates-to-reduce-emissions-we-need-solutions/article_62b75d68-fd09-11ea-b6f9-a7547a21aa39.html
Con menos automóviles en las carreteras y aviones en el cielo, la demanda del mayor recurso natural de Texas ha alcanzado un mínimo histórico. Desde el comienzo de la pandemia, nuestro país ha perdido más de 118.000 puestos de trabajo en la industria del petróleo y el gas. El sector de servicios para yacimientos petrolíferos, que incluye equipos de perforación y fracturación hidráulica, ha sido el más afectado, con casi 60.000 puestos de trabajo en Texas. En la cuenca del Pérmico, donde las economías locales están vinculadas al éxito del petróleo y el gas, las consecuencias caen en cascada en casi todos los sectores.
En este momento, tenemos la esperanza de que una vez que los desplazamientos diarios y los viajes no esenciales se reanuden, esos trabajadores volverán al trabajo y nuestra economía repuntará. Pero si nuestro país implementara las políticas energéticas de los líderes demócratas, esa esperanza desaparecería por completo.
Los demócratas que están a la cabeza y los que los siguen han propuesto una prohibición de fracking para llevar a Estados Unidos hacia plazos arbitrarios de emisión netas cero. Esta prohibición, según ellos, empujaría a nuestro país a operar con fuentes de energía renovables, que representaron solo el 11 por ciento de nuestro consumo de energía el año pasado. Estas políticas no solo son totalmente irrealistas, sino que también significarían el desastre económico para Texas.
Si Estados Unidos prohibiera la fracturación hidráulica, los trabajadores de la energía que fueron despedidos durante la crisis de este año nunca regresarían a sus empleos, y las pérdidas no se acabarían allí. Un estudio de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos estima que esta prohibición costaría a nuestro estado casi 3,2 millones de empleos para el 2025. El costo de vida anual saltaría 7.280 dólares, el desempleo se dispararía, los ingresos fiscales se desplomarían y la economía pre-pandémica que nos convirtió en la envidia del mundo nunca se recuperaría.
La solución al cambio climático no es la imposición de regulaciones gubernamentales que acaben con empleos, sino la innovación y el ingenio estadounidense.
Hace más de un siglo, cuando el mundo confiaba en los caballos para el transporte, nos enfrentamos a un tipo diferente de crisis ambiental, documentada en el libro SuperFreakonomics. Los caballos en la ciudad de Nueva York producían alrededor de cinco millones de libras de estiércol al día, lo que suponía una carga para los sistemas de saneamiento y un riesgo para la salud pública. El problema no fue resuelto por una prohibición gubernamental de los caballos, sino por la innovación. El advenimiento del motor de combustión interna salvó a la ciudad del desastre y cambió el transporte americano para siempre.
Nuestros mayores impulsores del cambio no fueron, y no son, las regulaciones gubernamentales. No necesitamos mandatos de arriba a abajo para reducir las emisiones, sino soluciones de abajo a arriba.
La estrategia energética integral de Texas es la prueba de que se puede promover la innovación aprovechando al mismo tiempo el poder de las fuentes de energía tradicionales. Además de liderar los Estados Unidos en la producción de petróleo y gas, también somos el productor número uno de energía eólica. Los innovadores y creadores de empleo en todo el estado están invirtiendo en la investigación y el desarrollo de tecnologías para tomar nuestras fuentes de energía más prevalentes y asequibles y hacerlas libres de emisiones. Un gran ejemplo que he visto en persona es el primer sistema de energía de su tipo en la planta de energía NET Power justo a las afueras de Houston en La Porte, que utiliza gas natural para generar electricidad con cero emisiones.
En el Senado, estoy luchando para dar a esta generación de visionarios la libertad y los recursos necesarios para innovar y revolucionar el sector energético. Es por eso que introduje una legislación llamada Ley LÍDER, para incentivar la investigación y el desarrollo de tecnología de captura de carbono para gas natural, y apoyar la innovación energética. Así es como podemos mantener bajos los costos para los contribuyentes y continuar esta revolución en el sector energético.
Al mismo tiempo que aseguramos una base sólida para el mañana, también debemos apoyar a los miles de trabajadores de energía de Texas cuyas vidas han sido trastornadas por esta caída. Con estos hombres y mujeres en mente, recientemente introduje la Ley Salvar Trabajos para ayudar a los productores de energía a mantener su fuerza laboral y mantener a más tejanos en nómina. Esta legislación también ayuda a los productores a invertir en su infraestructura ahora, por lo que tendrán la capacidad de soportar el aumento de la demanda cuando finalmente regrese. Eso apoya no solo los empleos de petróleo y gas, sino también la construcción, la manufactura y la larga línea de proveedores y contratistas a los que apoyan.
En medio de tanta incertidumbre no podemos permitirnos añadir una crisis energética a la lista, y eso es precisamente lo que harían las políticas demócratas anti-combustibles fósiles. El gobierno no tiene que desempeñar el papel de salvador – necesita invertir en los productores de energía y los creadores de empleo que están impulsando a nuestras comunidades hoy y desarrollando las tecnologías del mañana.