Cornyn y Padilla presentan un proyecto de ley para proteger la investigación estadounidense contra adversarios extranjeros
WASHINGTON – Los senadores John Cornyn (republicano de Texas) y Alex Padilla (demócrata de California) han presentado hoy una ley para proteger la investigación estadounidense de influencias extranjeras malignas, actualizando el lenguaje de la Ley CHIPS y de Ciencia:
“En un mundo en el que la competencia se convierte en hostilidad con demasiada frecuencia, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para salvaguardar el ingenio estadounidense frente a las naciones que actúan mal”, dijo el Senador Cornyn. “Aclarando el lenguaje de la ley existente, nuestra legislación garantizaría que ninguna investigación científica estadounidense acabe en malas manos”.
“La Ley bipartidista CHIPS y de Ciencia incluía importantes disposiciones para reforzar la seguridad de nuestra investigación”, dijo el Senador Padilla. “Esta legislación proporcionará la claridad que tanto necesitan las agencias federales y las instituciones académicas para salvaguardar mejor la seguridad nacional, preservando al mismo tiempo la colaboración en la investigación y las asociaciones internacionales cruciales para la fortaleza de la economía de la innovación de Estados Unidos.”
Antecedentes:
Los Programas de Talento Extranjero Maligno están patrocinados por países preocupantes como Rusia, China, Irán y Corea del Norte para obtener investigación científica y tecnología estadounidenses incentivando o coaccionando a investigadores estadounidenses para que actúen en su nombre. La Ley CHIPS y de Ciencia incluía disposiciones para prohibir que el gobierno y las instituciones académicas estadounidenses se asociaran con dichos programas.
Sin embargo, la definición actual de la ley de Programa de Talento Extranjero Maligno sólo incluye los programas que “proporcionan directamente” incentivos y beneficios a los investigadores para que participen, dejando fuera otros métodos que proporcionan beneficios indirectos a los investigadores para inducir su cooperación. Esta legislación ampliaría la definición para incluir los “beneficios indirectos”, garantizando que las naciones adversarias extranjeras no puedan explotar esta laguna para eludir las restricciones a la investigación de Estados Unidos.