Artículo de opinión de Cornyn: La crisis migratoria de Estados Unidos tiene una solución bipartidista
En el último año, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos registró más de 2,3 millones de cruces ilegales de fronteras. Esto no sólo ha provocado una crisis humanitaria, sino también una grave crisis de seguridad.
A pesar de la magnitud de esta crisis, es posible cambiar esta trayectoria. De hecho, si la Administración Biden quisiera dar el primer paso, no tendría que buscar muy lejos.
WASHINGTON – El senador John Cornyn (republicano de Texas) escribió el siguiente artículo de opinión en el Dallas Morning News sobre su Ley Bipartidista de Soluciones Fronterizas en medio de la creciente crisis en la frontera sur:
La crisis de la inmigración en Estados Unidos tiene una solución bipartidista
Senador John Cornyn
Dallas Morning News
25 de septiembre de 2022
https://www.dallasnews.com/opinion/commentary/2022/09/25/americas-immigration-crisis-has-a-bipartisan-solution/
“Los inmigrantes solían huir de nosotros. Ahora corren hacia nosotros”.
Esta es la nueva realidad para los agentes de la Patrulla Fronteriza que están en primera línea de la crisis fronteriza sin precedentes de Estados Unidos.
En el último año, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos registró más de 2,3 millones de cruces ilegales de fronteras. Esto no sólo ha provocado una crisis humanitaria, sino también una grave crisis de seguridad. Cuando los agentes están cambiando pañales en lugar de patrullar la frontera, se crea una puerta de entrada para que se cuelen drogas peligrosas y delincuentes.
En el último año, la CBP se ha incautado de más de 645.000 libras de drogas ilegales, incluidas casi 13.600 libras del mortal opioide sintético fentanilo, que está matando a estadounidenses a un ritmo alarmante. Mientras tanto, los cárteles que trafican tanto con drogas como con migrantes se enriquecen día a día.
Esta crisis no es nueva ni sorprendente.
El Presidente Joe Biden se presentó con la promesa de políticas que garantizaban exactamente este escenario, y su administración sigue ignorando la evidente crisis a nuestras puertas. A principios de este mes, la vicepresidenta Kamala Harris proclamó audazmente: “La frontera es segura”.
Las fuerzas del orden, los dirigentes locales, las organizaciones sin ánimo de lucro, los propietarios de tierras y otros expertos sobre el terreno en Texas atestiguarán que su afirmación es manifiestamente falsa.
En julio, dirigí un viaje al Valle del Río Grande con el senador Ted Cruz para ofrecer a nuestros colegas del Senado una visión de primera mano de la escena mortal que se desarrolla a lo largo de nuestra frontera. Escuchamos historias de niños que emprenden solos el peligroso viaje, de adolescentes reclutados para traficar con inmigrantes y de empresas locales que intentan mantenerse a flote en medio de preocupaciones por la seguridad e importantes pérdidas económicas. En general, todos los sistemas que responden a esta crisis están al límite de su capacidad y desbordados, lo que hace casi imposible detener la entrada de drogas y personas peligrosas en nuestro país.
A pesar de la magnitud de esta crisis, es posible cambiar esta trayectoria. De hecho, si la administración Biden quisiera dar el primer paso, no tendría que buscar muy lejos.
El año pasado, presenté la Ley Bipartidista de Soluciones Fronterizas con los Reps. Tony Gonzales, republicano de San Antonio, y Henry Cuellar, demócrata de Laredo, y la senadora Kyrsten Sinema, demócrata de Arizona. Este proyecto de ley aborda la creciente afluencia de inmigrantes en la frontera mediante una serie de reformas sistémicas.
Una de las mayores tensiones es la tramitación de los inmigrantes. La Ley Bipartidista de Soluciones Fronterizas contribuirá a agilizar este sistema mediante la creación de al menos cuatro centros regionales de tramitación en zonas de mucho tráfico. Estas instalaciones contribuirán a mejorar la eficacia y la coordinación entre los distintos organismos gubernamentales. También se asegurarán de que no tengamos que saltarnos pasos importantes del proceso, como la notificación de comparecencia para iniciar el procedimiento de expulsión ante el tribunal de inmigración, debido a que un centro funciona por encima de su capacidad.
Esta legislación también aliviará la presión sobre los tribunales de inmigración, que ya están luchando contra un retraso de más de 1,9 millones de casos. Crea un programa piloto para agilizar los exámenes de miedo creíble, uno de los primeros pasos del proceso legal, y ordena a los tribunales de inmigración que den prioridad a los casos de inmigrantes que lleguen durante las oleadas. Esto garantizará que las personas con solicitudes legítimas puedan recibir asilo sin largas demoras, al tiempo que disuadirá a las personas con solicitudes de asilo débiles o falsas de intentar el peligroso viaje a la frontera.
En la actualidad, un solo caso de inmigración puede tardar años en resolverse. Con el actual aumento de la migración, el número de casos y los tiempos de espera no harán sino crecer. A todos nos interesa resolver los casos de forma justa y eficaz, y ofrecer a los inmigrantes la seguridad jurídica que necesitan para seguir adelante con sus vidas. Para apoyar este objetivo, nuestro proyecto de ley bipartidista exige la contratación de cientos de equipos de jueces de inmigración, oficiales de asilo, equipos de litigios y otro personal.
Este proyecto de ley introduce otros cambios de sentido común para paliar la escasez de personal, ampliar los servicios de traducción de idiomas y orientación jurídica para inmigrantes y mejorar la coordinación entre funcionarios federales, estatales y locales.
Con los autobuses llenos de inmigrantes que llegan ahora a lugares como Washington D.C. y Nueva York, quizá el gobierno de Biden comprenda que su estrategia de inacción es imprudente e insostenible.
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