Mientras dejamos atrás las flores de mayo, nos esperan la diversión veraniega y el Día del Padre. En el Estado de la Estrella Solitaria, este día nos brinda la oportunidad de honrar a nuestros padres y el legado de algunos de los que sentaron las bases de la rica historia de Texas.

Aunque la historia del Día del Padre no empezó en Texas, un tejano en la Casa Blanca contribuyó a que continuara. El primer Día del Padre se originó gracias a Sonora Dodd, hija de un veterano de la Guerra Civil del estado de Washington, cuyo padre la crió a ella y a sus cinco hermanos después de que su madre muriera al dar a luz. Pensando en los muchos sacrificios de su padre, hizo circular una petición por la ciudad y el 19 de junio de 1910 las iglesias protestantes de Spokane celebraron el primer Día del Padre, el mismo mes que el cumpleaños de su padre.

En los años siguientes, el Día del Padre fue ganando adeptos. En 1916, el presidente Woodrow Wilson honró el Día del Padre desde la Casa Blanca. Después, el presidente Calvin Coolidge instó a los gobiernos estatales a que lo observaran, y durante la II Guerra Mundial, los partidarios celebraron el Día del Padre para honrar a las tropas estadounidenses y apoyar a los padres en la guerra. Sin embargo, no fue hasta la década de 1960 cuando nuestro paisano tejano, el presidente Lyndon B. Johnson, proclamó el tercer domingo de junio Día del Padre. El presidente Nixon finalmente lo hizo oficial con una resolución en 1972.

En Texas, el Día del Padre también nos brinda la oportunidad de recordar a Stephen F. Austin, ampliamente conocido como el “Padre de Texas”. Austin desempeñó un papel decisivo en la colonización de Texas y ayudó a traer a más de 1.500 familias a la región, que entonces formaba parte de México. Famoso por su impresionante capacidad negociadora, Austin reclutó colonos de todo Estados Unidos y ejerció una fuerte presión para impulsar la industria agrícola, fortalecer la economía y establecer mercados competitivos dentro del territorio mexicano.

El liderazgo y la dedicación de Austin a estos colonos sirvieron de faro de esperanza para muchos que apoyaban independizarse de México, lo que finalmente le llevó a unirse a la revolución y convertirse en el primer comandante del Ejército Voluntario de Texas. Aunque Austin no vivió para ver su sueño hecho realidad para la República de Texas, su legado sigue inspirando hoy a los padres pioneros de Texas.

Otros padres fundadores de Texas son Sam Houston, que llevó al ejército tejano a la victoria en la batalla de San Jacinto, James Bowie, que ayudó a defender El Álamo, y William B. Travis, cuya apasionada carta pidiendo refuerzos se convirtió en un grito de guerra para la causa tejana. Estos héroes y otros ayudaron a asegurar la independencia de Texas de México y serán venerados para siempre en la historia.

El legado de los padres fundadores de Texas nos recuerda los espíritus pioneros de nuestros padres de hoy, que se esfuerzan por proteger y mantener a sus familias y trazan un camino de aventura y esperanza para el futuro de sus hijos. Al celebrar el Día del Padre en 2024, reconocemos el profundo impacto tanto de nuestros propios padres como de las figuras históricas que les precedieron y dedicamos tiempo a mostrarles el sincero aprecio y amor que se merecen.